Vive en la casa que siempre quisiste mientras el alquiler se convierte en el pago inicial. Una forma inteligente de comprar sin prisa y sin presión.
Es un contrato doble: primero alquilas una vivienda por un tiempo determinado, y luego tienes la posibilidad (la «opción») de comprarla. Una parte del dinero que has pagado de alquiler se descuenta del precio final de la vivienda.
«Vivir en tu futuro hogar mientras ahorras para la entrada.»
Ahorras para la entrada de la hipoteca de forma natural.
El precio de la vivienda se fija al inicio del contrato, protegiéndote de futuras subidas de precios en el mercado.
Vives en la casa antes de comprarla para asegurarte de que es perfecta para ti.
Si al final decides no comprar, no pierdes tu dinero, simplemente has vivido de alquiler durante ese periodo.
El Senior Living no es un modelo único. Se enfoca en una población autónoma mayor de 60-65 años y ofrece diversas soluciones que se adaptan a las necesidades específicas de cada persona.
Generalmente, entre 2 y 5 años. La duración se acuerda entre el propietario y el inquilino.
Suele negociarse entre el 50% y el 100% de las cuotas de alquiler pagadas.
Sí, es común pagar una prima (un porcentaje del precio de la vivienda) para asegurar la opción de compra. Esta prima se suma al total a descontar.
No pierdes todo tu dinero, pero la prima inicial no suele ser reembolsable. Los pagos de alquiler se consideran como tal y no se devuelven.
Durante el periodo de alquiler, las responsabilidades son las mismas que en un alquiler convencional (pequeñas reparaciones corren a cargo del inquilino, y las más grandes, del propietario). Esto se detalla en el contrato.
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